Note que, una hermana de Agustina Gutiérrez Zequeira, Rosa, vestida también de verde, en unidad genealógica con Manuel Zuleta Calderón, tuvieron a los Zuleta Gutiérrez, vestidos de azul: Jaime (El Mécano) guacharaquero, Jorge (El Peya) cajero, y a Manuel, acordeonero y cajero, vestido de amarillo bordeado de azul.
Agustina Gutiérrez Zequeira, la adorable abuela de Alvarito, el que pica aquí con el Morre Romero, hijo de la Dinastía Romero Ospino de Villanueva, con la genética musical que se le reventaba por cada poro, le soplaba melodías a Migue, “cogé este pasesito vé”. Se las tarareaba, tarareo que luego serían los pases en pitos y bajos espiritualizados en los cánones de Luís Enrique Martínez y encajonados con la milagrosa voz de un Jorge Oñate.
La abuela Agustina, en unión genealógica con Pablito Rafael López Gutiérrez, tuvieron además del Rey Mudo, Migue, vestido de amarillo porque es acordeonero, con borde rojo porque es Rey, a Pablo, el “Rey de la Caja”, vestido de azul porque es cajero, a Poncho y al Debe, vestidos también de amarillo, Poncho con vivo azul porque también era cajero, y el Debe con vivo rojo porque fue “Rey”. Aunque se me olvidó ponerle otro vivo a Poncho porque fue “Rey de los Bajos”, y el vivo azul al Debe, porque también fue un magistral cajero, tanto que, algunas veces, remplazaba a Pablo en este oficio, en la agrupación “Los hermanos López”.
El “Rey de la caja”, Pablo, tiene un hijo cajero, Pablito López Diaz.
Poncho tuvo dos hijos, uno acordeonero, Carlos Alberto López Urbina (Q.E.P.D.), obvio, vestido de amarillo, y otro, vestido de azul porque es cajero, Alfonso López Urbina.
Por su lado, El Debe tuvo un cajero, Elkin López Gonzales, y un nieto acordeonero Carlos Javier Lúquez López, hijo de su hija Ingrid.
Agustina y Pablo Rafael tuvieron más hijos e hijas que no fueron músicos. Las mujeres: Rosaura, Diva, Dilia, Teny y Silene, tienen una explicación obvia: “la música es cosas de mujeres”, era la imposición hegemónica machista de la época. Estoy seguro, que, con la carga genética musical que heredaron, si hubieran nacido en el siglo XXI, sin duda, hubieran explotado más ese Big bang dinástico López- Gutiérrez, Molina – Zequeira – Zuleta.
Y, para explicar la amusia de los hijos hombres, Rodrigo y Oswaldo, también como sus hermanas, vestidos de blanco, tengo que recurrir a los conceptos genéticos expresividad y penetrancia.
Expresividad es cuando un gen se hace realidad en el mundo, es decir aparece reflejado en el cuerpo o en la mente de una persona. Los cánceres genéticos y la esquizofrenia y enfermedades mentales parecidas, tienen este comportamiento.
Y, penetrancia, es el número de personas de una determinada familia donde esa expresividad aparece. Si un, hogar tiene diez hijos, y en 7 se expresa la música, podríamos decir que la penetrancia en esa familia sería de 7/10, por ejemplo.
Lo mismo podríamos decir del cáncer de seno hereditario o de las enfermedades mentales.
En este caso, hablando de Rodrigo y Oswaldo, podrían suceder tres cosas:
Alvarito, el hijo de Fidelina Carillo con Migue, el que se está dando cajeta aquí el “Morre Romero” en el video, está vestido de amarillo, lo mismo que su hermano Román, pero él, está rodeado de rojo, porque es Rey. Sin embargo, fui injusto con él. Me faltó rodearlo de otro color, porque además es “Rey de Reyes”. ¡Nadita pues!
Queda pendiente la parte paterna.